lunes, 14 de abril de 2008

CATÁLOGO DE ERRORES, SE PUEDEN CORREGIR



El adoquín, un elemento de indudable valor patrimonial, del que hacemos caso omiso.
Solo hay que darse un paseo por la calle Canónigo Gordillo a la altura del número 9, y comprobar in situ, el apósito de cemento que lo ahoga.
Se puede continuar hasta la intersección con la calle Pérez Galdós y, al lado de los contenedores, disfrutará de un adoquín hasta las cejas de cemento, con un aderezo de grasa, que va dejando día tras día, el camión de la basura.
Y para que se compruebe que no es un problema exclusivo de la calle Canónigo Gordillo, una de las arterias del Casco, acérquese a la puerta de la farmacia de la plaza y, cuando intente buscar el adoquín en esa alfombra de cemento que hay delante de la misma, cómprese un Valium.
Esta situación de dejadez no es un problema atribuible al PEPRI, sino que viene de muy atrás. Pero sí es verdad que hace ocho años se creó para, entre otras cosas, proteger y actuar sobre el patrimonio.
Acostumbrarse a ver las cosas mal empieza a ser ya un clásico. Lástima que nos estemos acostumbrando todos.
Al dar un un pequeño paseo, por este casco transitado diariamente por visitantes y residentes, encuentras entre otros desperfectos: grietas donde caben un dedo, hoyos en abundancia, piezas mal colocadas, etc..
Aun hoy, se amasa el cemento encima de los adoquines con una impunidad absoluta. Si los técnicos carecen de la formación necesaria para asesorar a estas contratas sobre estas cuestiones y el valor de los elementos que constituyen nuestro patrimonio, mal vamos.
Continuará.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los técnicos pa arriba, los técnicos pa abajo. No será el bloguero este un técnico frustrado? Anda mi niño pónle un poquito de rigor a las cosas y déjate de criticar por criticar